LITERATURA CENTROAMERICANA

Enrique Gómez Carrillo (1873-1927), destacado por sus crónicas y libros de viaje, es reconocido por su espíritu lírico que se desliza en sus narraciones, incluso cuando describe paisajes exóticos o comenta hechos cotidianos. Su estilo, caracterizado por mezclar emociones, matices y formas expresivas, sorprendió inicialmente a los puristas, pero terminó seduciendo a muchos, incluso a aquellos más tradicionalistas en la literatura. Rubén Darío comentó que Carrillo era como «un escritor francés que se traduce a sí mismo en castellano», y aunque su educación literaria es esencialmente parisina, su originalidad trasciende fronteras.

A pesar de su vasta obra, Gómez Carrillo nunca se había aventurado en la novela, género para el que parecía tener un talento innato. Sin embargo, su obra El Evangelio del Amor demuestra su capacidad para este género, siendo descrita como una fusión entre poesía y prosa, donde la esencia novelesca cautiva por su profundidad y realismo en los personajes. Manuel Machado elogió esta obra, afirmando que sus personajes, representaciones del amor en su forma más pura, se unirán eternamente a las figuras inolvidables de la literatura. La novela de Gómez Carrillo no solo es una representación poética del amor, sino también un profundo mensaje cristiano, iluminado y santificado por sus ricas descripciones y su conexión con lo divino.